Inauguramos por primera vez en
clase este bonito proyecto que bien podría llamarse la caja de tus secretos, la
caja los tesoros, la caja de tus emociones…Pero se titula “La caja de la vida”,
sí de tu vida porque en un espacio tan pequeñito se recogen tantas cosas que significan mucho para ti, objetos con los que desde que naciste estableciste vínculos
afectivos, fotos que marcan un antes y un después y que pasaran de la mente a
la memoria. Ropita que nos señala que ya no eres aquel o aquella diminuta y
frágil bebe si no que en un abrir y
cerrar de ojos te has hecho mayor y te queda pequeña pero da gusto ver con que
cariño te vestía y te ponía guapo o guapa mama. En fin un proyecto que habla
solo…que nos expresa en breve tiempo como ha sido tu existencia, de la cual nos
haces participes a los demás ayudándonos a conocerte un poquitos más y a
descubrir vuestro maravilloso mundo interior y exterior con los sentidos que
nos dan la vista y las palabras.
Iniciamos este proyecto con las
cajas de David y Carmen. En clase estamos muy emocionados con esta novedosa
iniciativa y como siempre nos pica el bichuchito de la curiosidad, estamos
deseando que nos toque para abrirlas…y para explicaros a los demás el sentido
de todo lo que hay encerrado en ella…
Como buenos maestros y maestras
de ceremonias los protagonistas somos nosotros y nosotras, y sentados en las
sillas del saber os mostramos todo lo que hay guardado en ella.
David lo primero que nos presentó
fue su fotito de bebe. Todos y todas con los ojos muy abiertos observábamos
cuanto había crecido y cambiado.”¡¡Ya tienes pelito!!” Se escuchaban voces que exclamaban,“¡¡
y estas mucho más alto!!..” Pero con lo que todos y todas nos quedamos
ensimismados fue al ver tu almohada de bebé, de tu cunita de esa que si hablara
nos contaría las primeras cositas que soñabas al nacer. Descubrimos que no podíamos
guardar la almohada en la caja, porque era muy “Larga” y que para recogerla teníamos
que doblarla por la “mitad”. (Se nos quedó el concepto).Ay... Pero que tierno
tu peluche de perrito con ese con el que aun duermes abrazado por las noches
bajo la atenta y protectora mirada de la señora Doña Luna.
Llega el turno de Carmen, que
expectación, su caja tiene su propio toque personal, esta decorada con dibujos
de princesas Disney. Y es que a Carmen le apasiona todo ese mundo de carruajes,
castillos y coronas. Carmen comienza la exposición de su caja presentándonos
uno de sus conjuntitos de bebe, formado por tres piezas, las contamos muy bien.
(Gorrito, camiseta y pantalón).Se lo puso por encima y vimos que le quedaba muy
pero que muy pequeño,¡¡Que grande te has puesto Carmen!!. Seguido de esto sacó uno
de sus juguetes favoritos, “Doraimón y todos sus amigos”, reflexionamos sobre
el valor de la amistad y lo importante que es cuidarla.
Intentábamos asomarnos y colarnos
sin éxito dentro de la caja de Carmen, para ver la cantidad de objetos que
merodeaban por allí. Y nos topamos con una caja de zapatos de flamenca. Carmen
nos contó que le encanta bailar ballet y vestirse de flamenca, son de color Rosa,
uno de sus colores favoritos. Fuimos comprobando de uno en uno si el tamaño del
zapato se ajustaba al de nuestro pie…Pero, lo que por un instante capto nuestra
atención fue su primer chupete, su biberón y un curioso aparato que su mama
colocaba en su cunita para cuidarla y estar siempre pendiente de sus
movimientos en la distancia.
Pero lo mas emotivo de todo lo
que nos ofrecía Carmen a través de su caja, fue la foto que de
pequeñita se hizo junto a su familia en el parque de la Warner
Bros en Madrid, muy tierna nos comento que esa era una de sus fotos favoritas porque quiere mucho a su papá y mamá.Todos y todas pudimos comprobar a la vez que las fotografías se asemejaban a la forma geométrica del rectángulo.
Y como toda conmovedora historia
y presentación tiene que llegar a su fin, la clase se funde en un tierno
aplauso que refuerza vuestra autoestima, pues nos habéis hecho participes en un
ratito de un trocito de vuestra apasionante vida… Mamas y papas, abuelitos y abuelitas, estáis invitados
como privilegiados espectadores de nuestras emocionantes exposiciones... traeros pañuelitos, no sea que se os pueda llegar a escapar alguna que otra traviesilla lagrimilla...
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