Érase una vez una galaxia
extraordinaria donde cada planeta giraba feliz, gobernados por unos satélites sabios
llamados: amor, comprensión, tolerancia, respeto e igualdad. Todos jugaban
juntos agarraditos de la mano al juego de la rueda, no existían tiritas para el
dolor, parches para los golpes, jarabes para el desprecio ni pastillas para el
reproche…, puesto que ante cualquier desavenencia el doctor amable les recetaba
los sobres del dialogo y la empatía. ¿Os gustaría saber cómo se llama esta original nebulosa?.
Tiene por nombre ternura y por apellido moderación.
Nosotros y nosotras deseamos ser los
astronautas de esta importante constelación, navegar por el universo del apego,
la escucha y la equidad. Sortear los meteoritos de la angustia, el temor, el
alarido y el desconsuelo. Y enlazarnos en un suave abrazo al cometa de la alegría
y a su estandarte de bondad...
¡¡Qué bien se vive en nuestra
nave espacial!, allí nadie controla nuestros sentimientos, pensamientos y
acciones. Pues las coordenadas que seguimos las marca el cariño, que sigue el
rumbo de la aceptación hacia cada ente en movimiento como ser diferente y
valioso. En nuestro mapa no está señalado el día 25 de Noviembre, será que ese
planeta desapareció y no dejo estela. Pero el combustible que hace que esta
nave no se detenga es nuestro gran lema: ”Encontrar el amor en el Mundo para vivir en una Sociedad Feliz”.
"LOS NIÑOS
APRENDEN LO QUE VIVEN”
Si un niño aprende
con críticas, aprende a condenar.
Si un niño vive con la
hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con
el ridículo, aprende a ser tímido.
Si un niño vive con
la vergüenza, aprende a ser culpable.
Si un niño vive con
la tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con
el aplauso, aprende a confiar.
Si un niño vive con
el elogio, aprende a apreciar.
Si un niño vive con
seguridad, aprende a tener fe.
Si un niño vive con
la aprobación, aprende a gustarse.
Si un niño vive con
la aceptación y la amistad,
APRENDE A ENCONTRAR
AMOR EN EL MUNDO.
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