El 25 de Noviembre conmemoramos
en el Cole el “Día internacional de la eliminación de la violencia contra la
Mujer”.Aunque el titulo de esta fecha tan especial nos pueda parecer muy largo,
encierra muchos valores. Valores que debemos de trabajar desde la igualdad,
porque si nos educan y crecemos en ellos aprenderemos a mirar la vida con otra
mirada. Una mirada que no discrimina, una mirada llena de paz, de respeto, de
tolerancia, de ayuda, de cariño... Es en esa forma de ver el mundo, en la que
queremos crecer, aceptando las diferencias de los demás y buscando como buenos
exploradores y exploradoras la belleza interior que hay en cada cual. Pues lo
verdadero que hay en nosotros y nosotras, lo que realmente deja huella es la
pisada del afecto, la que late y nos mueve, la que procede del corazón, esa
caja encantadora que todo lo puede…
Para este día tan singular, elaboramos
todos y todas en clase un colgante. Un colgante que ya en ese mismo momento,
nos hizo pensar y darle vueltas a nuestra cabecita… Este colgante tenía forma de
mujer o de niña, para algunos y algunas representaba a nuestra mamá o a
nuestras hermanitas, abuelitas, titas... Nos pusimos con mucho esmero a
colorearlos, y fue en ese mismo instante cuando descubrimos que esa muñequita
no tenía rostro. Jorge pregunto:”¿ Por qué no tiene cejas, ojos, nariz,
boca…?.¿Por qué no tiene cara…?”.
La respuesta fue inmediata por
parte de Raquel que contestó: “Porque así la podemos imaginar contenta, triste,
asustada, dando besitos o con sorpresa porque ya mismo llega la Navidad y va a
ver a los Reyes Magos…”.Natalia que es la mas pequeñita pero sin duda la mas
observadora añadió: “Mira Seño si la junto con la muñequita de Alejandro se dan
la mano y tienen los brazos abiertos también pueden dar abrazos”.Lo asombroso de
todo esto, es que fuimos capaces de darle vida a este trozo de papel, de imaginarnos
que era la persona del mundo que más queríamos y adorábamos. La percibíamos tan diminuta
y frágil a la vez, que nos esforzábamos bastante en cuidarla con arrumacos y carantoñas,
con el único objetivo de que nunca nada ni nadie llegase a romperla ni a lastimarla.
Porque esta silueta junto con todos los niños y niñas del Cole se va a convertir
en el símbolo de una gran espiral, que nos marcara itinerarios hacia futuros senderos de "No Violencia y de Igualdad".
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